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- Si te molesta que te mientan, no preguntes.
- Estoy en contra de las prostitutas vitalicias, esas señoras casadas que aguantan carros y carretas por seguir conservando a su marido.
- No hay tonto más molesto que el ingenioso.
- El arte de dirigir consiste en saber cuándo hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta.
- Lo que me molesta de los ignorantes no es en sí su ignorancia, sino que sepan tantas cosas que no son así.
- Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones.
- Yo no sé si Dios existe, pero si existe, sé que no le va a molestar mi duda.
- La mayoría de las personas abandonan sus vicios sólo cuando les causan molestias.
- Nada se olvida más despacio que una ofensa, y nada más rápido que un favor.
- Hay dos ofensas que no aguanta el hombre: la afirmación de que carece de humor y de preocupaciones.
- Quien me insulta siempre, no me ofende jamás.
- Todo acto forzoso se vuelve desagradable.
- Si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien días de tristeza.
- No importa que las mujeres nos fastidien; lo que no soportamos es que nos fastidie siempre la misma.
- Los defectos son como los faros de los coches: solamente nos molestan los de los demás.
- Cuando el sabio monta en cólera, deja de ser sabio.
- Irritarse por un reproche es reconocer que se ha merecido.
- Cuenta los días en que no te enojaste. Yo acostumbraba a enojarme todos los días. Después cada tres y luego cada cuatro. Quien logre estar un mes sin enojarse, bien puede ofrecer un sacrificio de acción de gracias a los dioses.
- Tu desconfianza me inquieta y tu silencio me ofende.
- A veces quien más te ofende, es a quien más quieres.
- El remordimiento es el primer paso para cambiar de conducta.
- Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos.
- ¡Qué desagradable resulta caerle bien a la gente que te cae mal!
- No hay nada que irrite de forma tan aguda ni huela tan amargo como la vergüenza.
- Nunca me enfado por lo que la gente me pide sino por lo que me niega.
- Los verdaderos amigos se tienen que enfadar de vez en cuando.
- Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.
- Siempre tendremos razones para estar enfadados, pero esas razones, rara vez serán buenas.
- El que estando enfadado impone un castigo, no corrige, sino que se venga.
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